Como norma general, tendrás que acudir a un juicio laboral cuando en el acto de conciliación no llegarás a un acuerdo con tu empresa. El acto de conciliación puede acabar de las siguientes formas:

  • Cuando no te presentas al acto de conciliación, el caso se archivará.
  • Con avenencias. Esto sucede cuando llegas a un acuerdo con la empresa en el acto de conciliación.
  • Sin avenencias. Sucede cuando no llegas a un acuerdo con la empresa, pese a que esta se presenta en el acto de conciliación.
  • Sin efecto. El acto de conciliación acaba sin efecto cuando tu empresa no se presenta estando citada.

Cuando no se llega a un acuerdo con la empresa, deberás presentar una demanda en el Juzgado de lo Social correspondiente.

Las pruebas que vas a tener que aportar en un juicio van a depender del tipo de reclamación que tengas, pero las más comunes son las siguientes:

  • Contrato de trabajo.
  • Informe de vida laboral.
  • Carta de despido.
  • Finiquito.
  • Correos electrónicos o whatsapp.

En el acto del juicio, el abogado que te asista podrá solicitar al juez que se practiquen las siguientes pruebas:

  • Interrogatorio al empresario.
  • Interrogatorio a testigos.

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