
Actualmente nos encontramos en una época complicada que han hecho que crezcan las reclamaciones en consumo debido a que hay muchos abusos: las cláusulas suelo, las constantes denuncias de telefonía, la avalancha de despidos, etc. son algunos ejemplos.
Por ello, es preciso conocer el método por el que se puede proceder a realizar una reclamación en materia de consumo, por si, en alguna ocasión, fuera necesario interponerla.
En este post, queremos darte las respuestas a las dudas sobre cómo hacer una reclamación en consumo. Son las siguientes:
¿En qué consiste una reclamación en consumo?
Una reclamación en consumo sirve para reclamar aquellos intereses del consumidor que hayan podido verse vulnerados o efectuar una reclamación referente a una empresa que está infringiendo la normativa vigente en materia de consumo. Respecto al hecho de reclamar, este debe ser entendido como una solicitud por parte del consumidor con la intención de resarcir, reparar o restituir un daño o un bien.
Cómo realizar la reclamación
El procedimiento de reclamación en consumo se inicia tras no llegar a acuerdo con la empresa que nos ha vulnerado a través de su departamento de Atención al cliente o sus empresas suministradoras.
Primero, la reclamación es presentada ante la empresa. De no conseguir el resultado satisfactorio, hay que proceder a reclamar ante la Oficina Municipal de información al Consumidor (OMIC).
Para realizarlo, en la OMIC, facilitan un impreso oficial de reclamación, el cual hay que rellenar con los datos personales junto a los de la empresa y acompañarlo de todos los documentos posibles que justifiquen el motivo de la reclamación y pretensión de realizarla. Estos documentos pueden ser facturas, publicidad, presupuestos, etc.
Habrá que rellenar la publicación de forma clara, concisa y con referencia exclusiva a los elementos objetivos y aquellos que justifican el motivo por el que se efectúa (con toda la información adicional que pueda ayudar), además de a las comunicaciones que hayan sido efectuadas con la empresa (correos, cartas, telegramas u otras).
Recibida la reclamación, la Administración tiene un plazo de alegaciones durante el cual solicita a la empresa una proposición de solución al problema planteado. En el caso de que la empresa acceda a las peticiones del consumidor, hay notificación y el expediente es archivado. En caso de no ser favorable, el Ayuntamiento intentará que lleguen a un acuerdo.
Qué se consigue con la reclamación
Con la reclamación, el consumidor puede conseguir que una empresa determinada cese en sus actuaciones ilícitas o ser compensado por una mala atención. Estas circunstancias derivan de un servicio mal realizado o un producto que no cumple con las expectativas del consumidor, debido a publicidad engañosa, defectos en la fabricación u otros casos análogos.
El procedimiento existe para la protección de los consumidores ante posibles prácticas abusivas por parte de las empresas. Es una forma de garantizar que el consumidor puede reclamar sus derechos y que sean defendidos ante un tribunal, llegado el caso.
¿Has tenido que realizar alguna vez una reclamación en consumo? ¿Crees que es fácil el procedimiento? Cuéntanos tu experiencia.
Las reclamaciones, por desgracia en este pais, son infructuosas, en mi caso, por descontado, nos vemos indefensos ante leyes
dificilmente aplicables por que el procedimiento es lento y costoso, el tedio que da iniciar una reclamacion es lo opuesto al afan de Leonidas luchando contra todo el imperio persa, por que el fruto va a ser el mismo,terminar defenestrado. Resulta ser todo un pantallon de movimientos burocraticos que tienden a beneficiar al mas fuerte, el cual está claro que no es el ciudadano usuario.Siento decir esto y creanme que lo sientio de verdad, por que he sido el perjudicado en todas las reclamaciones que he iniciado y considerado juntas, y que se resolvieran favorablemente a mi persona y al final no ha sido así. Puede que haya casos contrarios al mio, de los que me alegro. incluso si soy una sola excepcion de decepcion en el sistema.
Hola Felipe, Me llamo Elena Fernández y desgraciadamente tengo que darte la razón, en el caso de los consumidores y siguiendo con tus ejemplos míticos, el consumidor debe entablar la batalla de David contra Goliat para defender sus intereses, sólo que en este caso casi siempre gana Goliat. Es verdad que a veces, nos llegan a dar la razón, a mí me ha pasado en dos ocasiones, una con Orange y otra con Vodafone; pero ha sido después de procesos costosos y sumamente largos. Gané la batalla, una en un proceso arbitral y otra dentro de la misma compañía que reconoció que me tenía que hacer un abono y me lo hizo. Pero te aseguro que me dejé la piel en ambos casos. Así que me sumo a tu denuncia y digo que los consumidores estamos indefensos, sobre todo ante los operadores de telefonía. ¡Por favor que alguien nos ayude! De lo contrario los abusos de estas compañías nunca pararán.