Hay muchas personas que llegan al tramo final vital sin que nadie pueda cuidarlas y atender sus necesidades. Cuando llega el momento de abandonar el hogar e ingresar en una residencia, son muchas las dudas que surgen en torno al buen cuidado de los abuelos. La fragilidad y la falta de seguridad, características presentes en muchas de las personas mayores, hacen que el colectivo de la tercera edad sea uno de los más vulnerables de la sociedad. Violencia física o emocional, maltrato a personas mayores, enfermedades que no han sido tratadas correctamente, infecciones, mala administración de medicamentos… ¿Cuáles son los problemas más frecuentes en las residencias de mayores y cómo saber si se podría reclamar?
A continuación te resolvemos los principales interrogantes que puedes plantearte a la hora de afrontar una mala praxis por parte de una residencia de la tercera edad.
Funciones del abogado experto en negligencias médicas
Negligencias más comunes en residencias de la tercera edad
Las reclamaciones más comunes en este tipo de residencias se dan principalmente en dos supuestos:
- Falta de atención o vigilancia. Muchos de los pacientes de estas residencias necesitan unos cuidados especiales al tener movilidad reducida, de tal manera que si no se vigila a estos paciente o no se les ayuda en determinadas situaciones se pueden caer, produciéndose lesiones o incluso el fallecimiento.
- Incorrecta revisión médica. Los médicos que están en las residencias tienen labores únicamente de control. Ante la aparición de cualquier síntoma sospechoso o cualquier anomalía han de derivar al enfermo al servicio de urgencias correspondiente. Por tanto, cuando se incumple esta obligación, es decir, el médico interno de la residencia no detecta alteraciones en la salud del paciente y no le deriva al correspondiente servicio, también puede existir una negligencia.
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A la pregunta de si ante una negligencia, como por ejemplo el maltrato a personas mayores por parte del centro de la tercera edad se puede reclamar, la respuesta es sí. Pero para ello, es necesario contar con el historial clínico y las pruebas que puedan acreditar que la lesión o incluso, fallecimiento, son consecuencia de una mala praxis del centro de la tercera edad.
En estos casos, también es fundamental que un perito médico valore toda la documentación. Ya que este profesional determinará si se realizaron los protocolos y tratamientos correctos. O si por el contrario, se produjo una actitud negligente.
La actuación conjunta de un perito médico y un abogado determinará la posible existencia de una negligencia médica y la viabilidad de la reclamación.