Hoy hablamos con Marta Ester, una argentina que llegó a Madrid con 27 años para pasar en España “unos tres meses”, pero ya va camino a los 41 años en nuestro país. Ha vivido en Barcelona, 7 años, en Ibiza, donde nació su hijo, y ahora tiene su residencia en Jaén, donde este ha comenzado sus estudios universitarios.
Nuestra entrevistada nos cuenta que tiene 68 años y que nació en Almafuerte, una ciudad en la región central de la provincia argentina de Córdoba. Es médica y se jubiló en el año 2021. Ahora, con tiempo libre, camina cada día 45 minutos por la mañanas, y después desayuna fruta y su mate argentino, el cual no le falta en su día a día. También lee cómics argentinos y los colecciona. Patoruzú, Patoruzito e Isidoro le hacen volar a su niñez. “Algo con lo que disfruta mucho”, nos comenta. Y no es de extrañar. Muchas de las tiras y personajes de estas viñetas han divertido a generaciones. Por las tardes se entretiene con el rosco del programa ‘Pasapalabra’ y las noticias de los informativos.
Os dejamos la entrevista a Marta Ester, reclamadora de aerolíneas.
Regresaba a España tras tres meses de cuidar a mi madre de 89 años que estaba ingresada de urgencias en estado crítico. Esto me afectó mucho y, además, le tuve que sumar los contratiempos sufridos en mi vuelo de regreso.
El 10 de abril del año pasado a las 15:50 horas debía despegar mi vuelo UX24 con Air Europa desde el Aeropuerto de Córdoba (Argentina) con destino final Madrid. En España, debía tomar mi tren rumbo a Jaén capital, donde vivo junto a mi hijo. Pero fue un día complicado.
En el aeropuerto, tras haber pasado todos los controles pertinentes, esperé junto a otros pasajeros que tomarían el mismo vuelo que yo hacia Madrid. Pero llegó la hora de embarque y no vimos en el mostrador a ningún empleado de la compañía para realizar el embarque.
No. Nadie nos dio ninguna información.
A la hora de salida del vuelo nos informaron por altavoz que el vuelo posiblemente iba a ser suspendido y que volaríamos al día siguiente. Los pasajeros empezamos a quejarnos y a pedir explicaciones e información. A la media hora llegaron miembros de administración de la aerolínea y nos dijeron que lamentaban las molestias causadas y que el vuelo se retrasaría hasta recibir el material indispensable para volar.
Sí. A las 20:45 horas nos avisaron que se produciría el embarque de inmediato. Unos 30 minutos después, todos los pasajeros ya estábamos dentro del avión listos para emprender el viaje de regreso a Madrid, con parada técnica en Asunción, en Paraguay.
El capitán del vuelo por megafonía pidió disculpas por las molestias causadas y nos deseó un buen vuelo de regreso a Madrid.
Cuando llegamos a Asunción no pudimos bajar del avión y estuvimos esperando sentados 15 minutos. Nos comunicaron que el vuelo emprendería regreso a Madrid. Ya llevábamos 5 horas de retraso.
Al igual que todos los pasajeros, estaba muy enfadada. Sentí impotencia y me limité a acatar las indicaciones escasas que nos daban por megafonía. ¡Es que sin aviso hicimos una escala que no estaba en la ruta, otra vez sin bajar del avión! Y todo el tiempo con los cinturones abrochados.
A los 30 minutos aproximadamente emprendimos el vuelo a Madrid. A las 16:50 horas llegamos a Barajas. Y nadie nos informó sobre la posibilidad de reclamar el retraso de vuelo a Air Europa. Solo había crispación en las caras de los pasajeros.
Sí. Así que tras recoger la maleta y pasar todos los controles pertinentes, me dirigí a la administración de Air Europa para reclamar el retraso y que me dieran un justificante.
Sin embargo, me dijo una empleada de la aerolínea que sentía lo sucedido y que hiciera una reclamación a través de la página web.
A las 18:45 horas muy enfadada me dirigí al metro rumbo hacia Atocha para ver si conseguía nuevo tren a Jaén capital tras haber perdido el de 16:30 horas. A las 19 horas llegué a Atocha, me dirigí a Atención al Cliente, tras explicar todo lo que me había sucedido, Renfe me explicó que no era el responsable de lo que me había pasado, así que que debía comprar otro billete del último tren del día a Jaén que salía a las 19:35 horas.
Quedaban unos 20 minutos. Y yo estaba muy desolada. Por eso pedí que me ayudaran en este proceso. Compré el nuevo billete, me acompañaron hasta las escaleras de acceso a las vías del tren donde ya estaban embarcando todos los pasajeros. Di las gracias y ya sentada en mi asiento lloré de impotencia pero agradecida por estar rumbo a mi casa. Finalmente, a las 23:45 horas llegó el tren a la Estación de Jaén.
Me ayudaron a bajar las maletas y estaba mi hijo esperándome con una amplia sonrisa tras tres meses sin vernos. Me dio un abrazo muy grande, y te confieso que ¡me sentí en casa! Pasada la medianoche llegamos a nuestro departamento donde me esperaba un rico plato de sopa caliente que me supo a gloria.
Primero pusimos una reclamación en la página web de Air Europa. La aerolínea, a los siete días, me contestó escuetamente que sentía las molestias ocasionadas pero que no era posible hacerme un reembolso del billete de regreso a Madrid. Fue entonces cuando buscamos en Internet y encontramos vuestra página e información y nos pareció muy seria y segura. Luego procedimos a rellenar todos los datos de lo sucedido.
A las 48 horas reclamador.es nos comunicó que todo su equipo se pondría a trabajar en mi caso. Me sentí apoyada e informada sobre la evolución de mi expediente de forma constante llegando a lograr que la compañía Air Europa reconociera su error cometido y aportando solución al mismo.
Sin duda, contactar con vuestra empresa.
Tenía fe y confianza en vuestro equipo en general.
EFICACIA.
Ante un contratiempo con una aerolínea, recomiendo buscar asesoramiento y reclamar por nuestros derechos para lograr justicia.
Muchas gracias por compartir tu historia con nosotros
Quiero agradecer a todo el equipo de reclamador.es por su excelente trabajo y el apoyo brindado, manteniéndome constantemente informada sobre la evolución y solución de mi problema. Os agradezco tanto la eficiencia en vuestro trabajo como la conexión cercana.
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