Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito que ofrecen los bancos, pero con ciertas peculiaridades que las convierten en un producto complejo. Permiten aplazar y fraccionar los pagos de las compras realizadas pero al mismo tiempo hacen que muchas personas se encuentran atrapadas en un ciclo interminable de deudas, pagando altas cantidades de dinero en intereses. En resumen: vas pagando cuotas, pero no amortizas prácticamente nada. Solo pagas y pagas intereses. Esto le pasó a nuestro cliente Eduardo (Barcelona, 1961), quien aún trabajando en un banco, no recibió información clara y adecuada sobre la tarjeta que había suscrito. Es uno de los afectados por este producto de financiación, que sin duda, es uno de los más peligrosos que se puede firmar con un banco.
Eduardo, que está prejubilado, nos cuenta que toca la guitarra, sale a pasear en bici, tiene una caravana y viaja a menudo. La playa le encanta y uno de sus planes favoritos es comerse una paella junto al mar con su esposa.
Os dejamos con la entrevista:
He trabajado con Caixabank desde que tenía 12 años. Ahora tengo 62. Y nunca había mirado detalladamente ningún contrato, ni comparado ningún porcentaje.
Porque les tenía confianza.
Hace un par de años me di cuenta que la tarjeta que tenía para gastos imprevistos no se acababa de liquidar nunca, ya que cada cuota tenía el doble de intereses de la cuota.
La tarjeta revolving de Caixabank me la enviaron desde el banco en 2004 sin contrato, y recuerdo que ponía que la podía empezar a usar en cualquier momento.
Así es. Decidí ver qué opciones tenía para ver si esto era legal y me metí en Internet para ver qué opción tenía y elegir algún gabinete que me ayudara sin tener que adelantar dinero.
En Caixabank me pusieron mil trabas para darme la documentación de la tarjeta, incluso tuve que discutir con la subdirectora de la delegación.
“En Caixabank me pusieron mil trabas para darme la documentación de la tarjeta, incluso tuve que discutir con la subdirectora de la delegación”
Pues desde luego agradecido por las gestiones realizadas.
Sí, algunas opciones más, que no me inspiraron tanta confianza.
Naturalmente, cuando reclamador.es me informó que habíamos ganado el pleito.
Si, pero te confesaré que no con tanta contundencia…
Eficientes.
Quisiera decir que habiendo empresas como la vuestra, nadie debería de ser engañado por un banco.
En vuestro caso no habéis dejado de incidir en velar por mis intereses. Por tanto, estoy seguro que cualquier cliente que os contrate va a quedar satisfecho como yo.
Gracias a todo vuestro equipo.
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